Cuando la mentira se desmantela, cuando las verdaderas intenciones quedan manifiestas, cuando en quien creías confiar queda descubierto en sus verdaderas intenciones y compruebas que jugaba con el egoísmo, es como si te liberaras, como si al abrir un libro y leerlo comprendieras por fin el verdadero sentido de su significado. Hay quien lo quiere todo pero sin sacrificar nada y al final se queda sin nada. Hay quien miente continuamente y más gravoso aún cuando miente a quien dice amar. Hay quien te regala palabras de promesas de amor y futuro a sabiendas que jamás las cumplirá. Recibir sin dar, pedir sin donar. Quererlo todo pero sin compartir nada. La vida es justa y sabe responder a quien así actúa, y tarde o temprano, aquella falacia construida sobre cimientos falsos, al fin se derrumba sin posibilidad de renacer. No creo en lágrimas artificiales encubiertas tras falsos sentimientos. Es un insulto y un atentado cruel a la confianza y al amor. Pero queda un consuelo, cual es que al final, irremisiblemente, esas lágrimas artificiales se volverán dolor de verdad, y dejará el alma llena de heridas. Gracias a todos esos torpes que no saben disimular sus intenciones nefastas, que creen que los demás jamás se darán cuenta. Gracias al fin, porque al volver a leer el libro de la historia que nunca fue es un gran consuelo que nunca haya sido. Da pena pero ya no es un problema siquiera, es una liberación. Suerte a los que falsean la verdad, seguramente se les volverá en contra algún día.Hay miradas de cielo que solo ocultan un infierno. Hay lágrimas que son solo decoración, cual mimo que interpreta un guión. No recordara ya más lo que nunca me dieron
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