Si sabes que alguien te ama, díselo. Si sabes que alguien te espera, búscalo. Si en tus sueños deseas hacerle el amor, cuando despiertes, hazselo. No dejes pasar el amor por cuestión de orgullo tonto, que decir te quiero no es humillarse, es ser muy humano y capaz. Que lo verdadero pasa delante de tus narices muy pocas veces en la vida, y si guardas silencio seguirá su camino y ya no volverá. ¿por qué lloras pudiendo sonreir? No dejes que la estupidez te impida agarrar lo que te corresponde, y una vez hecho tuyo, no lo sueltes jamás. Si amas a alguien, lucha por él, sean los que sean los inconvenientes. Si amas a alguien hazselo saber, porque seguro que el también te ama y lo espera. No llores por lo que no has sabido conservar, seca tus lágrimas y vuelve a luchar por él. Abrázalo y díselo, recuérdale que ya no vives sin él, porque seguro que él tampoco sin ti. Si sabes que lo amas y si sabes que el te ama, díselo que él lo quiere saber. No esperes hasta que sea demasiado tarde para decirle cuanto lo amas, y cuanto te importa, porque si no lo haces y se va, no importa lo fuerte que grites o llores, ya no te escuchará ni volverá.
Ahora que ya he andado la mitad de mi vida quiero sentarme aquí, a la sombra de un árbol y al borde de ese camino, y reflexionar, y contaros lo visto y conocido desde mi visión de las cosas. Te diré lo que yo vi y viví. Estarás de acuerdo conmigo o no. Lo criticarás o simplemente te dará igual. Pero en cualquier caso aquí están estas sensaciones y retazos de mi camino, vivido y por vivir. Sólo cuento lo que aprendí al vivir, y aunque mi vida no es la tuya, todos aprendemos de todos.
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