jueves, 24 de abril de 2014

Comprenderás que tu rosa es única

Luego sugirió el Principito:

- Vuelve y observa una vez más el jardín de rosas. Ahora comprenderás que tu rosa es única en el mundo. Cuando vuelvas para decirme adiós, yo te regalaré un secreto.

Se dirigió el Principito nuevamente a las rosas:

- En absoluto os parecéis a mi rosa. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Así era mi zorro antes, semejante a cien mil otros. Al hacerlo mi amigo, ahora es único en el mundo.

Las rosas se mostraron ciertamente molestas.

- Sois bellas, pero aún estáis vacías - agregó -. Todavía nadie puede morir por vosotras. Es probable que una persona común crea que mi rosa se os parece. Ella siendo sólo una, es sin duda más importante que todas vosotras, pues es ella la rosa a quien he regado, a quien he puesto bajo un globo; es la rosa que abrigué con el biombo. Ella es la rosa cuyas orugas maté (excepto unas pocas que se hicieron mariposas). Ella es a quien escuché quejarse, alabarse y aún algunas veces, callarse. Ella es mi rosa..

Regresó hacia donde estaba el zorro:

...Mi secreto es muy simple: no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos.

El Principito (Antoine de Saint-Exupery)

martes, 15 de abril de 2014

Tu me enseñaste a confiar

Gracias a ti, descarte lo que era nefasto para mi. Cegado por el capricho del egoísmo y la cobardía de otros, me devolviste la vista solo cuando a ti te mire. Me hiciste ver que lo que no me convenía me hacía daño, y que lo que me hacía daño me negaba mi felicidad. Dándome tu mano me acompañaste hasta la salida del mar de la decepción,  para aprender que no merece la pena preocuparse ni un segundo por quien te ha mentido, y que cuando descubres la hipocresía le sonríes sabiendo que tiene los días contados, y que cuando alguien pretende coger dos fuegos a la vez acaba quemándose con los dos y sin nada. Me enseñaste que para amar, basta solo con confiar contra toda esperanza, y que si lo crees y amas de verdad, todo llegará. Me dijiste que hay quien por cobardía es incapaz de vivir y prefiere comer migajas que solo matan el deseo momentáneo, hasta que se dan cuenta que lo que verdaderamente les saciaba lo han perdido, y se mueren de rabia y de dolor. Contigo comprobé como los que sufren justamente porque despreciaron lo que tenia verdadero valor, otro supo recogerlo con todo el cariño del mundo, amarlo y cuidarlo. Que la soledad es lo único que encontrará quien rompió una promesa. Me enseñaste el valor verdadero de un te amo dicho sinceramente, de lo que significa ser cómplices y compañeros. Tu me enseñaste a CONFIAR. 

jueves, 10 de abril de 2014

Quien no te busca no te extraña. Quien no te extraña no te quiere.

Aprendí que quien no te busca, no te extraña y quien no te extraña, no te quiere. Que la vida decide quien entra en tu vida, pero tú decides quien se queda. Que la verdad duele una sola vez y la mentira duele siempre. Por eso valora a quien te valora y no trates como prioridad a quien te trata como una opción.

Quien te lastima, te hace fuerte. Quien te critica, te hace importante. Quien te envidia, te hace valioso. Y a veces es divertido saber que aquellos que te desean lo peor tienen que soportar que te ocurra lo mejor. Por eso, te quiero y siempre voy a quererte, molestarte, ayudarte, cuidarte, sonreírte, escucharte, aconsejarte, apoyarte.

miércoles, 9 de abril de 2014

La respuesta eres tu

A veces la vida dibuja un perfil de futuro y te deja adivinar, intuir lo que en el tiempo venidero puede suceder. Las circunstancias se van haciendo patentes y en lo que podemos las controlamos, aunque muchas veces entran en conflicto con otras en el encuentro de dos egoísmo, y solo en el consenso y en la intención mutua de una meta común se puede hacer realidad lo que deseas, avanzar consiguiendo ser un poco más feliz, más persona. A veces también quieres pero no puedes, y no puedes porque no te dejan, y entonces se trata de ironía, de la tragedia de vivir, y a veces solo a veces, te regalan un oasis en el desierto. Y descubres también que muchas veces el encuentro con uno mismo es muchas veces desencuentro con la vida, con los demás. Se trata de un continuo empezar porque siempre que crees hallar las respuestas de la vida, justo en ese momento alguien cambia las preguntas. Pero justo al final, es cuando al fin descubres que la respuesta a todas las preguntas eres tu.

jueves, 3 de abril de 2014

El rabino y la princesa

Cuenta una historia que en otra existencia un rabino vivía en una ciudad sumida por la injusticia, enseñando a todos los que querían oírlo sobre la justicia, el amor y la paz. La gente le preguntaba y lo escuchaban ensimismados por sus palabras mientras la ciudad se sumía en el caos, y los inocentes eran injustamente tratados. Y el rabino les decía que fueran libres, que respetaran la libertad de todos para que todos fuesen libres y que no cometieran injusticia unos con otros. Que el universo en su inmenso orden conseguía que el desorden adquiriera sentido. Que todos formamos parte de todos y que cada cosa que hacemos afecta muchos y lo que muchos hacen nos afecta a cada uno. Cada noche cuando se retiraba a meditar en la soledad de su habitación iluminado por la luz de una tenue vela, y entre las sombras que caprichosamente iba dibujando en la pared la luz, se perfilaba insistentemente una silueta de un rostro que en sus rasgos le permitía adivinar mucha belleza. Al día siguiente, uno más de su vida, mientras caminaba por la judería, su mirada se cruzó con la de una mujer árabe cuyos ojos se clavaron en su alma a través del velo que cubría parte de su rostro, y desde el fondo de su mente resurgió aquella silueta que se dibujaba en la pared creada por las sombras caprichosas de la luz de la vela y supo que era ella. Todos los días desde entonces anhelaba volver a ver aquella mirada. Sus noches eran inquietud, sus días agonía.

Mientras se debatía en sus anhelos fue llamado por el gobernador de la ciudad para requerir sus consejos como sabio, y a su presencia fue llevado. Mientras estaba allí con el gobernador, rodeado de todo su séquito y escuchaba las inquietudes del gobernador, su corazón palpitó con mas fuerza requiriendo su atención. ¡¡No puede ser!! se dijo para si mismo mientras las palabras del gobernador empezaban a ser solo sonidos, porque todo su ser se concentró en una mirada escondida a duras penas tras un velo. ¡¡Era ella!! Y ella no dejaba de traspasar su alma mirándolo y sus ojos le hablaban de tristeza y de agonías nocturnas, y supo que sentía lo mismo que él y que, de alguna forma, también anhelaba volver a encontrarlo, y supo que su corazón ya era de ella, y supo que el de ella estaba en sus manos. Los días pasaban y una noche llamaron a su puerta y al abrir, entre penumbras se adivinó una mujer que le dio: ¡¡al fin te encontré!! Cuando te vi aquel día en la judería te reconocí, sabia que eras tu. Y el rabino le dijo, yo sentí lo mismo y desde entonces mis días y mis noches han sido agonía y anhelo por volver a verte. Ella le relató que había sido vendida por su padre al gobernador desde pequeña para formar parte de su harén y que su vida había sido un continuo sufrimiento, y que solo cuando lo vio a él en su alma se instalo la paz y al mismo tiempo el ansia por estar junto a el.

Aquella noche se fundieron en un abrazo del alma y en una pasión del corazón y se hicieron uno. Y al día siguiente el gobernador, sintiéndose traicionado, mando que los buscaran y los capturaran. A ella la marcaron como maldita y a el lo dejaron ciego. Generación tras generación sus almas vagaron por el universo buscándose en cada espacio hasta que sus lágrimas iban pintando el cielo azul de estrellas.

Otra existencia cobijó sus almas y perdieron la memoria de aquel amor. Aquel rabino era ahora filósofo y la princesa mora enseñaba sobre el universo. Y un día mientras el filósofo caminaba se cruzó con la mirada de una mujer que también lo miraba. Ambos quedaron parados, petrificados, sorprendidos. Sus corazones latieron rápido, se acercaron temblorosos y sus manos se tocaron torpemente. Se abrazaron y se miraron. Ella le dijo: ¡¡eres tu!! y el le contesto: ¡¡soy yo!! Ya no necesitaban mas palabras porque sin saber porque, ambos se re-conocieron y ambos supieron que el era su rabino y que ella su princesa mora. Y se besaron.

Ahora se les puede ver caminando sin rumbo, cogidos de la mano. Juntos. Creando su universo

martes, 1 de abril de 2014

Ahí afuera, en algún lugar.


Ahí afuera bajo la luna gris, alguien que me quiera está pensando en mi.
Ahí afuera alguien hallaré y que nos encontremos ahí afuera en algún lugar.
Aunque se que estamos lejos hace bien pensar que la misma estrellita nos escucha desear.
Y cuando el viento de la noche cante el arrorró, bajo este mismo cielo dormiremos tu y yo.

Ahí afuera nos unirá el amor y estaremos siempre, juntos siempre,
en los sueños, tu y yo