Por la avenida de mi vida, según se tuerce a la izquierda y
la primera calle a la derecha, se entra en la casa de mi recuerdo. Pero si
sigues dos calles más abajo, entonces en una moderna casa podrás encontrar el
hogar de mi futuro, donde todos son bienvenidos siempre y cuando traigan como
único presente, la sinceridad y la honestidad envuelto como regalo de papel
dorado.
Ahora que ya he andado la mitad de mi vida quiero sentarme aquí, a la sombra de un árbol y al borde de ese camino, y reflexionar, y contaros lo visto y conocido desde mi visión de las cosas. Te diré lo que yo vi y viví. Estarás de acuerdo conmigo o no. Lo criticarás o simplemente te dará igual. Pero en cualquier caso aquí están estas sensaciones y retazos de mi camino, vivido y por vivir. Sólo cuento lo que aprendí al vivir, y aunque mi vida no es la tuya, todos aprendemos de todos.
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