domingo, 3 de noviembre de 2013

Ha llegado la hora de ser persona

Llegados  a cierto momento de la vida uno empieza a pensar en ella desde su llegada al mundo, recapacita y hace balance sobre toda su trayectoria,sobre todo lo que ha dejado en el camino y sobre la intensidad con que ha influido en las personas que han aparecido en su camino y cómo han influido ellas en ti. Te vienen a la mente un cúmulo de recuerdos, imágenes, momentos, sensaciones, fracaso y éxitos, pequeños momentos de gloria y algunos mas de decepción. Piensas en las ironías, en como ineptos ocupan cargos de responsabilidad y los sabios tienen que luchar diariamente aun para comer. Recuerdas tu infancia llena de despreocupaciones, tu adolescencia llena de dilemas y desconciertos, tu despertar al amor y a la vida. Recuerdas tu primer trabajo, el momento en que fuiste objeto de envidias simplemente porque lo hacías bien y cuando recibiste tu primer diploma. Sientes como la sociedad y el mundo han ido cambiando aunque tu sientas que siempre has sido el mismo e inmutable. Recuerdas cuando lloraste porque un amigo o amiga injustamente te traicionó. Se dibuja una sonrisa sobre todo cuando a tu mente viene la imagen de tu hija recién nacida, frágil, indefensa y que nadie te dijo nunca que te perderías toda adolescencia y aun quizás su madurez. Sabes que aun a estas alturas no puedes parar de vivir porque la vida de cada uno tiene su tiempo y hay que agotarlo hasta el último segundo, pero sabes que cada día cuesta más luchar. Entiendes que durante todo este tiempo has aprendido a madurar que no significa más que ser hombre o mujer, para sobrevivir. Quizás cuando llegue el final suceda que tu vida pase ante tus ojos como una película y entonces sabre si he sido merecedor de un Oscar o si bien mi vida ha sido simplemente un vivir diario, un sobrevivir hasta el final del camino, un llegar a la meta aun a pesar de no llegar el primero, pero llegando. Ahora que llego a la mitad del siglo de existencia es tiempo de parar, recapacitar y preguntarse si llegare al final de la segunda mitad o si simplemente sobreviviré parte de esa segunda mitad. Sea como sea, ahora que pienso en mi existencia hasta el momento es el momento de vivir con dignidad, como persona y no dejar nunca mas que nadie ponga en duda mi integridad y mi humanidad. Ha llegado la hora de ser persona

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