Pasear por la vida lleno de ilusiones, empapando el alma de sentimientos que se desgranan en cada detalle, en cada conversación, en cada mirada, dejando que el susurro de las palabras acaricie una sonrisa. Vivencias cotidianas con miles de puestas de sol y amaneceres invitándote a la vida. Coger de la mano el amor y pasear por sendas infinitas, dejando que el aire acaricie tus mejillas, haciendo el amor con la eternidad, viendo las nubes pasar para hablarte del porvenir. Recuerdos de la niñez, la adolescencia y la madurez, que han ido perfilando quien eres y lo que eres, convertido en experiencia y sabiduría. Amores efímeros y otros mas duraderos, vividos en la intensidad de cada instante, mezcla de amargor y dulzura, que se dibujan en rostros imaginarios a la búsqueda del sentido de la vida. Infiernos que se convirtieron en narraciones de la tragedia de la vida, con sueños pervertidos al despertar.
Todo son sensaciones, todo son retazos de la vida, de lo vivido, que el alma necesita plasmar entre líneas perseguidas. Son mis sensaciones, son mis retazos, aquellos que me han hecho protagonista a veces, y otras observador, pero que todas han traspasado las puertas de mi alma y se acomodaron allí.
Ahora todas esas sensaciones y retazos se reúnen para hablar de mi, y que al leerlas, quien quiera pueda saber un poco más de mí.
Todo son sensaciones, todo son retazos de la vida, de lo vivido, que el alma necesita plasmar entre líneas perseguidas. Son mis sensaciones, son mis retazos, aquellos que me han hecho protagonista a veces, y otras observador, pero que todas han traspasado las puertas de mi alma y se acomodaron allí.
Ahora todas esas sensaciones y retazos se reúnen para hablar de mi, y que al leerlas, quien quiera pueda saber un poco más de mí.
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