miércoles, 3 de abril de 2019

Vivir por ti. Amanecer por nosotros

Amaneces en la oscuridad de mi vida para iluminar mi esperanza, esa que se fue difuminando con el devenir de los días de mi existencia pensando que ya el tiempo estaba agotado y que ya nada podría devolverme una sonrisa. Cuando menos lo esperaba, tu mirada apareció en el horizonte y me llamaste con tu amor y al levantar mi mirada derrumbada, los rayos de tu luz acariciaron mi rostro y me sentí vivo de nuevo. Pensé que el destino estaba presentándome un engaño, pero comprobé que tu mirada era verdadera, que tu corazón latía por mi y hacías que el mio latiera, que tu mano extendida reclamaba la mía, invitándome a rescatar tu alma de la desilusión para que yo fuera tu bálsamo. Tu voz resonaba en mi haciéndome llorar por la emoción. Le pregunté al destino si solo eras un espejismo, y en un susurro me contestó que ya era hora de ser feliz y que tu debías ser mi felicidad.

En un tiempo de locura en que nada tiene sentido, tu has aparecido para darle sentido a todo, y en el amanecer que nos espera, quiero sanar cada dolor que sentiste y limpiar cada lágrima que derramaste, y que tu cures mis heridas. Es ahora el momento de vivir, de renunciar definitivamente al dolor y ser uno en el amor. Amarte intensamente, amarte valiente, amarte en la mente y en el corazón.

Que los años que nos queden por vivir describan el sentido de amar y ser amado, de desear y ser deseado, de decir te amo en un continuo eco que llene nuestras almas. Amarte es sentir que todo es posible y vivir, vivir por ti y amanecer por nosotros.

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