No quiero tener pasión por ti, sólo quiero tener pasión contigo. Que al amarte seamos uno, y no el uno con el otro. No quiero poseerte porque ya estas en mí y yo en ti, y eso no es poseer sino darse mutuamente más allá de la existencia. No soy dueño de nada de ti, sino que te das a mí y me doy a ti libremente, mirándonos, fortaleciendo ese amor que tanto buscábamos y ahora tenemos, al fin. No amor, no siento pasión por ti, sólo te amo a ti, contigo, para ti.
Ahora que ya he andado la mitad de mi vida quiero sentarme aquí, a la sombra de un árbol y al borde de ese camino, y reflexionar, y contaros lo visto y conocido desde mi visión de las cosas. Te diré lo que yo vi y viví. Estarás de acuerdo conmigo o no. Lo criticarás o simplemente te dará igual. Pero en cualquier caso aquí están estas sensaciones y retazos de mi camino, vivido y por vivir. Sólo cuento lo que aprendí al vivir, y aunque mi vida no es la tuya, todos aprendemos de todos.
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Miguel ...bonitas letras apasionadas ...
ResponderEliminaragitan los latidos del corazón y más, al leerlas.
Un beso desde Argentina.