En la aurora del día se perfila una mirada que observa el infinito, buscando al otro lado del Atlántico la esperanza de su vida. Amanece en sus días sabiendo que un amor imposible en otras vidas es ahora la posibilidad de su existencia. Al otro lado del Atlántico, en las llanuras de la Patagonia, ella piensa en él, y desde el otro lado del Atlántico, en el viejo continente, él piensa en ella. Se buscaron durante mucho tiempo y se encontraron en el mejor momento aún sabiendo que la distancia los separaba. Pero ellos no desfallecieron, y en el devenir de cada día, fueron construyendo el momento de su encuentro, buscando cada momento, sintiendo cada sentimiento. La fuerza de su amor, la convicción de ser uno del otro les da fuerzas para seguir, para andar y lanzar saetas al viento con su declaración de amor. Las noches acogen los sueños que allí se realizan, a la espera de realizarlos al despertar. Ahora son uno en la distancia pero con ansia de ser uno en el encuentro. Desde su espacio con amor, ella me manda su mirada linda, y me arranca una sonrisa. Desde mi espacio con amor, le mando mis días en su espera, que ella guarda como un tesoro y los reparte entre los instantes de cada uno de sus días. Almas gemelas encontradas, amores en el deseo de la unión, pasiones por vivir, y al fin una vida por vivir, sentados al borde del horizonte que nos separaba y que ahora sella nuestro encuentro. Cogidos de la mano, paseando por la orilla del mar, el ocaso del atardecer nos arropa, porque mañana ya no hay distancia, mañana ya estas aquí, y solo queda por vivir cada hoy hasta el fin. Déjame decirte que apareciste al fin porque mi mano estaba extendida a la espera que tu la cogieras para no soltarla y nunca más dejarte ir, ni aún en la distancia con amor.
Ahora que ya he andado la mitad de mi vida quiero sentarme aquí, a la sombra de un árbol y al borde de ese camino, y reflexionar, y contaros lo visto y conocido desde mi visión de las cosas. Te diré lo que yo vi y viví. Estarás de acuerdo conmigo o no. Lo criticarás o simplemente te dará igual. Pero en cualquier caso aquí están estas sensaciones y retazos de mi camino, vivido y por vivir. Sólo cuento lo que aprendí al vivir, y aunque mi vida no es la tuya, todos aprendemos de todos.
Miguel .... hermoso tu relato, me ha llegado al corazón,
ResponderEliminartal vez creías en un imposible,
has concretado lo que para mi sería un sueño.
Además de todo lo bonito que dices,rescato entre tus letras
" andar y lanzar zaetas al viento con su declaración de amor "
Mis mejores deseos de felicidad para ti y tu alma gemela.
Desde Argentina
dos besos