Si pudiera cambiar algo de mi vida, si pudiera retroceder al pasado y ajustar algunas cosas que pasaron entonces, hubiera evitado vivir algunas cosas, conocer a algunas personas y esperar; esperar a que tu aparecieras en mi vida, que me amaras como me amas, y que pudiera hacerte feliz como me dices que puedo hacerte feliz. Entonces te hubiera reconocido al mirarte a los ojos como hoy lo hago. Entonces hubieras sido mi espera como hoy lo eres. Entonces no hubiera habido heridas porque tu no lo hubieras permitido, no hubiera sentido la soledad en la lucha porque tu no lo hubieras permitido. Quizás entonces hubiera llorado, pero mis lágrimas pasadas son menos lágrimas contigo a mi lado. Entonces me hubieras acariciado y me hubiera sentido en paz, tranquilo. Si entonces hubiera habido traiciones injustas, tu no lo hubieras permitido porque me habrías avisado iluminándome con tu sonrisa en ese laberinto humano que nos consume a todos.
En aquel entonces hubiera amanecido con la luz de tus ojos, mirándome, descubriéndome, curándome. Pero amor, ya no importa el pasado, porque todo eso y más ya lo haces en el presente porque me amas, me iluminas, me avisas, me das tranquilidad, estas continuamente ahí, en la distancia y en la presencia. No quiero cambiar el pasado si pudiera, porque si no hubieran pasado las cosas como pasaron en nuestras vidas, nuestros caminos no se hubieran cruzado. Si algo del pasado se hubiera cambiado, el futuro hubiera sido distinto y este presente continuo que vivimos tu y yo no existiría. Tu pasado, mi pasado. Eso no importa. Solo importa nuestro continuo presente en ese camino que hemos creado donde el final de cada uno es el mismo final del viaje, amor.
En aquel entonces hubiera amanecido con la luz de tus ojos, mirándome, descubriéndome, curándome. Pero amor, ya no importa el pasado, porque todo eso y más ya lo haces en el presente porque me amas, me iluminas, me avisas, me das tranquilidad, estas continuamente ahí, en la distancia y en la presencia. No quiero cambiar el pasado si pudiera, porque si no hubieran pasado las cosas como pasaron en nuestras vidas, nuestros caminos no se hubieran cruzado. Si algo del pasado se hubiera cambiado, el futuro hubiera sido distinto y este presente continuo que vivimos tu y yo no existiría. Tu pasado, mi pasado. Eso no importa. Solo importa nuestro continuo presente en ese camino que hemos creado donde el final de cada uno es el mismo final del viaje, amor.