sábado, 21 de diciembre de 2013

Las llaves de mi casa

Hay llaves que abren la puerta de tu casa. Otras llaves abren las del corazón y la cierran cuando entre sus muescas se perfilan formas de mentira, decepción y falsedad. Cuando vives una historia importante, crees que las llaves que protegen esa historia te garantizan la seguridad y evitan estropicios posibles. Lo malo es cuando tienes una llave de una historia y cuando intentas abrir para pasar a su salón, han cambiado la cerradura, porque las muescas que configuraban esa llave única, la han transformado en otras muescas que ya no coinciden con la cerradura de aquella casa de ilusión.

Hay cerraduras que abren puertas a la esperanza, y otras a la decepción. Otras parecen coincidir con la llave pero descubres que no es así. Fingian ser la llave de esa cerradura.
La llave de la locura que abre la puerta de la irrealidad, tiene un límite muy débil. Y hay quien vive de fantasías abriendo puertas sin abrirlas, alucinando, soñando, mintiendo.

Hoy recupero las llaves de la casa de mi vida, donde su cerradura es infranqueable y solo se puede abrir con las llaves que yo solo tengo, y limpio el rellano de seres que han pretendido entrar dando falsas razones, falseando la realidad, mintiendo, por interés insano basado en puro egoísmo, despreciando cualquier "perla" regalada para convertirla en desprecio. Hay quien cree ganar pero es incapaz de ver cuando pierde. Sólo el tiempo dirá si hice bien en limpiar la casa de mi vida y cambiar la cerradura a la que querían acceder con mentiras probadas, demostradas y descubiertas.

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