domingo, 3 de noviembre de 2013

¿A donde fuiste mi fe?

¿A donde fuiste mi fe, mi esperanza, mi todo?¿Dónde para tu mano que siempre me acompañó desde mi infancia? Ahora estas lejos y aunque te busque entre formas humanas, tu no estas más que donde quieres, donde tu brisa se mueve caprichosamente. Cuantas veces iba a tu encuentro por el camino equivocado, guiado de quien no tenia que guiarme. Aquellos que tenían la obligación de iluminar el camino, escondían la luz para que sólo ellos la vieran. Decían: ¡Venid por aquí, esta es la dirección! Y confiado andábamos, pero aunque con persistencia, jamás se veía la luz. Hasta que descubrí que esa luz era artificial, modulada por el antojo de su portador. ¡He visto tantos caer, tantos perderse! Y yo he tenido suerte, porque al fin descubrí que quien portaba la luz no era más que puro engaño, y fue sólo cuando entonces empece a sentir una claridad que me hacía ver. La luz falsa me cegaba, esta claridad sincera, me dejaba ver. Y recordé mi infancia, la búsqueda incesante entre rincones y grandes edificios, entre el rito y el sacrificio. Y recordé también mi juventud y la búsqueda en cada tropiezo. También mi madurez me hizo mirar con ojos llenos de lágrimas, y pensaba que ¿para qué andar?¿Para qué buscar respuestas a preguntas nunca hechas? Y fue entonces cuando aprendí a vivir sacudiéndome el polvo de un largo camino recorrido. Fue entonces cuando descubrí donde encontrar mi fe, mi esperanza, mi todo, y que la verdad que habita en cada ser humano sólo se puede encontrar en el interior, donde en el silencio y la intimidad de la belleza de ser humano, encuentra el diálogo consigo mismo, y que cada ser humano es maravilloso pero también miserable cuando pretende ser más que otro ser humano. Descubrí que vivir es existir, y existir para el amor, para la dignidad. Y finalmente descubrí que no quiero saber el final de mi camino, sólo andarlo, y que cada día es un paso más hacia el todo, y que cada día puedes caer a la fosa o elevarte hasta el cielo. Descubrí, al fin, que vivir es existir sin más, ahora, cada día y también después

No hay comentarios:

Publicar un comentario