Cabellos dorados que ocultan una lágrima perdida entre los pliegues de tu piel de seda, marcando la rabia de no conseguir lo que querías y no queriendo entender tu propia estupidez. Soplaste la llama del fuego de amor que se encendía y ahora te arrepientes buscando la excusa perfecta en lo que no supiste apreciar de lo que te daba quien te amaba. Ahora tu vida sigue igual, pero le sumas una decepción más empecinándote en no entender que jamás recibirás lo que tu antes no des. Tus deseos de amor son un reclamo continuo que no recibirán nunca respuesta, porque para que el sonido de tus te quiero tengan eco antes tienes que pronunciarlos continuamente. Sientes como el tren de tu vida se va y sentada en un raíl a la espera del siguiente amor, sigues sin entender que lo que tu no des antes jamás lo recibirás. Ese tren que se fue puede que anuncie la llegada de otro nuevo, pero créeme, sino pides que se pare para poder subirte a él, seguirá su camino nuevamente y sólo serás una pasajera en el anden de la vida viendo uno tras otro los trenes pasar. ¡¡Si hubieras sido valiente!! ¡¡Si hubieras sido capaz de subir a ese tren!! Quizás ahora la locomotora de tu corazón hubiera tenido un destino al paraíso. Otra lágrima recorre tus mejillas ahora que lo piensas, porque sabes que tres veces llamó a la puerta de tu corazón, y tres veces dejaste de abrirlo reclamando recibir lo que tu no eres capaz de dar. Ese tren que se aleja ya no volverá y aquella esperanza que esperabas, tristemente se va. Sentada en los raíles de tu vida, aun esperas que otro tren llegue y, más aún, que consiga hacer que des amor antes de dejarte amar. El sonido de la estación se disipa poco a poco, y sólo queda tu silencio y a lo lejos el sonido de un tren que jamás volverá.
Ahora que ya he andado la mitad de mi vida quiero sentarme aquí, a la sombra de un árbol y al borde de ese camino, y reflexionar, y contaros lo visto y conocido desde mi visión de las cosas. Te diré lo que yo vi y viví. Estarás de acuerdo conmigo o no. Lo criticarás o simplemente te dará igual. Pero en cualquier caso aquí están estas sensaciones y retazos de mi camino, vivido y por vivir. Sólo cuento lo que aprendí al vivir, y aunque mi vida no es la tuya, todos aprendemos de todos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Miguel ...ella vive enamorada del amor...
ResponderEliminaraunque no se le cumplan los sueños
porque es su destino ...
seguirá viajando en el tren
del que nunca ha desdendido
porque viaja soñando
junto a El.
Me encantó tu relato !!
Un beso