lunes, 24 de octubre de 2016

Eres mi amiga...Gracias por serlo


Hay amistades de un día. Otras están solo en los buenos momentos. Otras tantas dicen que siempre estarán y al día siguiente desaparecen, y las mas se nombran como amigos pero sólo son conocidos, extraños sin sentido. Pero existe una amistad que brilla en la oscuridad de los momentos malos, y aún en los buenos momentos los hace mejores. Esa amistad que te adivina cuando lo necesitas y que te intuye cuando caminas abatido. Esa amistad que aunque pasen mil años, siempre escucha la voz de tu llamada, donde no existen los rencores ni los malos entendidos, y que se crece con el tiempo, y que nunca te deja que tengas miedo porque su mano siempre te da fuerzas para levantarte cada vez que caes. Es esa amistad que dura siempre y que brilla en el corazón como una chispa reluciente. Es esa la verdadera amistad.

domingo, 9 de octubre de 2016

El sonido de un tren que jamás volverá

Cabellos dorados que ocultan una lágrima perdida entre los pliegues de tu piel de seda, marcando la rabia de no conseguir lo que querías y no queriendo entender tu propia estupidez. Soplaste la llama del fuego de amor que se encendía y ahora te arrepientes buscando la excusa perfecta en lo que no supiste apreciar de lo que te daba quien te amaba. Ahora tu vida sigue igual, pero le sumas una decepción más empecinándote en no entender que jamás recibirás lo que tu antes no des. Tus deseos de amor son un reclamo continuo que no recibirán nunca respuesta, porque para que el sonido de tus te quiero tengan eco antes tienes que pronunciarlos continuamente. Sientes como el tren de tu vida se va y sentada en un raíl a la espera del siguiente amor, sigues sin entender que lo que tu no des antes jamás lo recibirás. Ese tren que se fue puede que anuncie la llegada de otro nuevo, pero créeme, sino pides que se pare para poder subirte a él, seguirá su camino nuevamente y sólo serás una pasajera en el anden de la vida viendo uno tras otro los trenes pasar. ¡¡Si hubieras sido valiente!! ¡¡Si hubieras sido capaz de subir a ese tren!! Quizás ahora la locomotora de tu corazón hubiera tenido un destino al paraíso. Otra lágrima recorre tus mejillas ahora que lo piensas, porque sabes que tres veces llamó a la puerta de tu corazón, y tres veces dejaste de abrirlo reclamando recibir lo que tu no eres capaz de dar. Ese tren que se aleja ya no volverá y aquella esperanza que esperabas, tristemente se va. Sentada en los raíles de tu vida, aun esperas que otro tren llegue y, más aún, que consiga hacer que des amor antes de dejarte amar. El sonido de la estación se disipa poco a poco, y sólo queda tu silencio y a lo lejos el sonido de un tren que jamás volverá.