En un instante te iluminas y en ese momento en que parece que no llega la solución, aparece clara la respuesta, y entiendes que todo aquello que perdiste y tanto apreciabas, que correspondía a tus méritos, a lo que por derecho era tuyo pero que se te escapo de las manos por miedo, por que te faltaban las fuerzas o simplemente porque no te diste cuenta que te lo robaron porque como ladrones en la noche forzaron tu vida hacia donde no querías ir, es por lo que realmente tienes que luchar, por recuperar todo, y apropiarte de lo que es tuyo y por derecho te corresponde, sin mendigar ni humillarte, sino dejando claro que es tuyo y que es necesario te sea devuelto. Una cosa es liberarse de lastre innecesario que incluso agradeces se lo lleven, y otra cosa es perder lo que no querías perder forzado por aquellos que te lo arrebataron. En la vida, más allá de cualquier posesión o poder, solo importa al final la dignidad, y ser digno de vivir y haber vivido con dignidad. Quizás ahora, pasados los años en que se perdieron cosas, curtido por la experiencia y maduro en las decisiones, es hora de retomar nuevamente las fuerzas suficientes para recuperar la dignidad, para recuperar la razón de ser, y para recuperar el estatus que otros pisotearon. Ahora no tanteas a ciegas porque ya viviste los hechos y tienes una clara visión de la realidad, y percibes mejor la tragedia humana y la vileza de las pasiones egoístas. Ahora sabes quien se aprovechó de tu humanidad para abandonarte una vez que los intereses propios ya no eran saciados, comprendes la codicia y la incompetencia incrustada en aquellos que decidir, eres capaz de ver la inhumanidad de la humanidad. En este tiempo que vivo ya no es hora de lamentaciones sino de empujar los últimos tramos de mi vida hacia el final de un camino donde mi única misión será recuperar la dignidad pisoteada, y resurgir de mis cenizas agradeciendo solo a mi esfuerzo la recompensa del resultado que, sin duda, he de conseguir. Ahora quiero recuperarme a mi mismo y al fin sentarme en mi yo que solo me posee a mi mismo y mirar tranquilo la vida pasar hasta el final. Y créanme, así será.
Ahora que ya he andado la mitad de mi vida quiero sentarme aquí, a la sombra de un árbol y al borde de ese camino, y reflexionar, y contaros lo visto y conocido desde mi visión de las cosas. Te diré lo que yo vi y viví. Estarás de acuerdo conmigo o no. Lo criticarás o simplemente te dará igual. Pero en cualquier caso aquí están estas sensaciones y retazos de mi camino, vivido y por vivir. Sólo cuento lo que aprendí al vivir, y aunque mi vida no es la tuya, todos aprendemos de todos.
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