Una dama blanca, casi oculta, sopla su aliento sobre mi disipando el humo que me oculta, susurrando sus palabras como si de una caricia se tratara, infiltrándose por mi alma para llenarla de amor al pronunciar su nombre.
Una dama blanca que se enreda entre mis sábanas, buscando mis sueños para hacerlos suyos bajo la luna, acariciando mi ansia y mis labios.
Una dama blanca de mirada brillante que ilumina la oscuridad de la noche y la convierte en cálida luz que me hace vivir al amanecer de cada día, que me acompaña, que me reclama, que me posee.
Una dama blanca encontrada después de buscada en tantas vidas, reconocida ahora entre los tortuosos caminos, entre la marea humana.
Una dama blanca que disipo de mi vida toda duda y que me hace ser mejor persona. Una dama blanca que me ama.
Una dama blanca que se enreda entre mis sábanas, buscando mis sueños para hacerlos suyos bajo la luna, acariciando mi ansia y mis labios.
Una dama blanca de mirada brillante que ilumina la oscuridad de la noche y la convierte en cálida luz que me hace vivir al amanecer de cada día, que me acompaña, que me reclama, que me posee.
Una dama blanca encontrada después de buscada en tantas vidas, reconocida ahora entre los tortuosos caminos, entre la marea humana.
Una dama blanca que disipo de mi vida toda duda y que me hace ser mejor persona. Una dama blanca que me ama.
Mika ....letras que abrazan el aliento de ella, con la pureza de tu alma.
ResponderEliminar¡¡¡¡ bellísimas !!!
Saludos desde Argentina