Ahora que ya no estas, ahora que saliste de mi vida, debería sentir añoranza, pero no es así, porque cuando la decepción inunda tu alma crea un vacío que no te borra la memoria de momentos perdidos, de días a la espera ilusionante. El egoísmo acampa a sus anchas por el reino de lo social a la espera de una nueva presa. A ti solo te queda protegerte, no permitir que te salpique el sinsentido de luchas de egoísmos, de intereses nefastos. Y cuando consigues alejarte sientes alivio, te sientes bien, porque has desenmascarado la cruel intención tras el aparente rostro angelical. A veces la dulzura de las palabras lleva escondido un veneno que horada el alma, y no hay antídoto.
La mentira hipócrita intenta rozarte pero no lo permites y la desenmascaras, la haces evidente y acusadora de la propia mentira. Quedas desengañado si, pero aliviado al fin, porque aun habiendo pasado tiempo, es pasado, pertenece al pasado, y se muere en el pasado, sin preocuparte en absoluto que le deparara el futuro a esa persona que intentó usarte y manipularte solo por interés. Al final aprendes, curtido por la experiencia, y sigues avanzando, afianzando cada paso en pos de la tranquilidad, a la espera. Muchos compañeros que así se llaman, no son más que buitres que huyen en cuanto ya no hay más que devorar.
Coge tu vida con fuerza y no dejes que nadie vuelva a mentirte, y todo aquel que lo intente, ponlo en evidencia para que su propia mentira sea su propia condena. Solo merece la pera mirar a quien sea capaz de serte sincero, de mirarte a los ojos y decir lo siento.
La mentira hipócrita intenta rozarte pero no lo permites y la desenmascaras, la haces evidente y acusadora de la propia mentira. Quedas desengañado si, pero aliviado al fin, porque aun habiendo pasado tiempo, es pasado, pertenece al pasado, y se muere en el pasado, sin preocuparte en absoluto que le deparara el futuro a esa persona que intentó usarte y manipularte solo por interés. Al final aprendes, curtido por la experiencia, y sigues avanzando, afianzando cada paso en pos de la tranquilidad, a la espera. Muchos compañeros que así se llaman, no son más que buitres que huyen en cuanto ya no hay más que devorar.
Coge tu vida con fuerza y no dejes que nadie vuelva a mentirte, y todo aquel que lo intente, ponlo en evidencia para que su propia mentira sea su propia condena. Solo merece la pera mirar a quien sea capaz de serte sincero, de mirarte a los ojos y decir lo siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario