
La mentira hipócrita intenta rozarte pero no lo permites y la desenmascaras, la haces evidente y acusadora de la propia mentira. Quedas desengañado si, pero aliviado al fin, porque aun habiendo pasado tiempo, es pasado, pertenece al pasado, y se muere en el pasado, sin preocuparte en absoluto que le deparara el futuro a esa persona que intentó usarte y manipularte solo por interés. Al final aprendes, curtido por la experiencia, y sigues avanzando, afianzando cada paso en pos de la tranquilidad, a la espera. Muchos compañeros que así se llaman, no son más que buitres que huyen en cuanto ya no hay más que devorar.
Coge tu vida con fuerza y no dejes que nadie vuelva a mentirte, y todo aquel que lo intente, ponlo en evidencia para que su propia mentira sea su propia condena. Solo merece la pera mirar a quien sea capaz de serte sincero, de mirarte a los ojos y decir lo siento.
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