domingo, 24 de junio de 2018

A mis alumnos y alumnas de Orellana la Vieja

Si te preguntas el motivo por el que a veces acabas en sitios que ni pensabas seguramente no encontrarás una respuesta. Solo te queda vivir esos momentos que te llevan a conocer a personas especiales. En Orellana la Vieja han acabado mis pasos en los últimos tres meses y en este tiempo he conocido a personas a las que he tenido que enseñar a enseñar y me siento orgulloso de ellos y ellas, porque su calidad humana y su potencial docente ha sido para mi una satisfacción y un honor. Ellos han sido alumnos y alumnas pero han terminado siendo compañeros y quizas amigos, el tiempo lo dirá.
Me han provocado pero tambien me han motivado, haciendo que el reto diario haya sido para mi una experiencia satisfactoria. Ahora que acabamos será dificil olvidar a un Cipri o a un José María o a Jesús, o a una Trini, Ana, Elena, Patricia, Mamen o las dos Lourdes. La recompensa está en saber que he llegado al final del curso y han aprendido y ahora son competentes y se que serán buenos formadores y, si alguna vez se acuerdan de mi, que sea porque han descubierto que son especiales.

Les deseo lo mejor porque lo merecen. Nunca os olvidare.