martes, 25 de febrero de 2014

Siempre estoy contigo

Siempre estoy contigo porque tu siempre estas conmigo. Somos el final del viaje de cada uno a la espera de atravesar la puerta de lo que dura eternamente más allá de la memoria. En tu dolor encuentras el bálsamo al pronunciar mi nombre y habito en la espesura de tu alma para cuidar tu mirada limpia y hermosa. Tus ojos de mar inundan el valle donde habito y la vida que comparto contigo. Cuando me siento desfallecer tu siempre estas susurrándome ¡adelante!, y siempre sabes como avisarme de lo que mas me conviene. Es imposible dejar de sentir tu presencia aun en la ausencia y la distancia de tan cerca que te tengo, y cada instante que pasa somos mas uno. Quisiera poder darte todo lo que mereces y desde quien soy y lo que soy intento siempre hacer que tus mirada siempre brille. Estas tan llena de vida que cualquier muerte es una resurrección a tu lado y siempre amenazas con furia cualquier problema y encontrando siempre la solución. Eres fiel a ti misma aun a pesar de los errores y vives la vida en el instante acariciando cualquier sonrisa.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Pequeño


Infancia recordada


 



Llegados a cierta edad miras hacia atrás y viendo imágenes de la infancia percibes en recuerdos difuminados aquellos tiempos de tu vida intentando recordar que eran las cosas que en aquellos días te preocupaban o pensabas, quizás movido por la curiosidad o por la travesura infantil. Días aquellos de descubrimiento, de rabietas infantiles y de inocencias perdidas. Proyecto de persona en evolución continua viviendo etapas y acumulando vida. Ves la imagen de cada momento y compruebas el misterio de la vida en su movimiento vital. Miras esas imágenes y una cierta ternura te arranca una sonrisa complaciente. Cuando lo ves hacia atrás desde la madurez piensas en todo lo vivido en estos años, aciertos y errores, alegría y tristeza, todo tamizado por cada momento vivido en cada instante. Ahora miro hacia aquellos años y múltiples recuerdos me vienen al presente. Sonrío.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Mi padre, D. Justo Calvo Miralles











Hace tiempo que te fuiste pero siempre estas en mi y en mis recuerdos para que tu memoria no se olvide. Recuerdos desde mi infancia a tu lado cuando tu mano cálida cogía la mía, tu humanidad te acompañaba en aquel gran cuerpo de hombre y padre, y tu mirada profunda veía más allá. Recupero instantes de ti a través de aquellos que te conocieron y con ello recupero mucho de lo desconocido de ti que creí perdido. Poco a poco el rompecabezas de aquel hombre que era mi padre se va perfilando y despojando de opiniones gratuitas y prejuicios sin sentido. Su nombre era Justo como supongo el quiso ser siempre. A cada uno nos toca vivir una época y un momento y el suyo es el que voy recuperando poco a poco para poder conocer aún en la distancia de tanto tiempo pasado, como fue su momento, como fue él.

Fotos cedidas por gentileza de Rosa y Paco Calvo Miralles